Por Nora MendezPara seguir pagando los costos energúmenos que nos ha impuesto el paraíso de los oligopolios dolarizados? Para hacer con nuestros impuestos más ricos a los ricos? Para justificar el trabajo de un gobierno que no hace lo que debe hacer: velar por los intereses de la mayoría que lo ha elegido e impartir justicia con equidad.
Por qué en Honduras el quintal de harina vale US$17.00 y en El Salvador US$53.00? Vaya usted y pregunte a los señores de Marisa y Bolsa. Por qué el agro no termina nunca de despegar y sume cada vez más a los pequeños y medianos agricultores en pérdidas y pobreza? Vaya usted y pregunte a los Pipianix Rugrats. Por qué el galón de combustible cuesta US$1.00 menos en Honduras que en El Salvador? Vaya usted y pregunte a Eso y Aquell. Qué hace el Banco Central Sin Reservas cuando la Banca Privada está en manos extranjeras y nuestra economía está abierta de par en par para que entren y salgan capitales de la noche a la mañana sin que exista control alguno de estas finanzas?
Sordos no están, no. Ciegos? Tampoco. Atados sí, de pies, boca y manos, de bolsillo y cuenta bancaria. Un gobierno que no toca nunca la raíz de los problemas, condenado a ver rotas las aceras sociales y económicas, mientras con una escobita barre sobre nuestras heridas, las hojas. Necesitamos una Corte de Cuentas que cuente de verdad, una Fiscalía que fiscalice de verdad y una Corte Suprema de Justicia que se baje del avión donde sólo paseando pasa, para impartir la justicia que corresponde en las altas esferas del crimen. Necesitamos Medios de Comunicación y no Miedos de Comunicación y Policías que se dediquen no a golpear periodistas, sino a golpear la puerta de los que guardan la información y la saquen a la luz sin importar a quién nos muestre.
Se necesita un milagro, dirán algunos. Yo digo que un nuevo país.
Tomado del blog:
las puertas de nora
Chichicaste. El Salvador
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